lunes, 23 de noviembre de 2009

EL VALOR DE LA PREVENCIÓN EN EUROPA


Después de 20 años desde la entrada en vigor de la Directiva Europea sobre Prevención de Riesgos Laborales, al menos un 20% de las empresas que operan en la Unión Europea, no realizan ningún tipo de evaluación de riesgos en sus instalaciones. Estos son los primeros datos extraídos de la macroencuesta LUGARES DE TRABAJO SALUDABLES, realizada por la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo en 31 países.
Unas 36.000 personas de al menos 40 grandes multinacionales ha sido elegidas para formar parte de este macro estudio sobre la evaluación de riesgos en el ámbito laboral, y su percepción por parte de los trabajadores; una muestra que ha agrupado a los 27 países miembros de la Unión, junto con Croacia, Noruega, Turquía y Suiza.

Con arreglo a la legislación comunitaria, las empresas europeas están obligadas a llevar a cabo una evaluación de riesgos, una herramienta que ayuda a las empresas a comprender que medidas deben adoptar para mejorar la seguridad y la salud en los lugares de trabajo. Si bien hasta el mes de marzo no conoceremos las conclusiones finales de esta informe, los primeros datos arrojados por esta encuesta demuestran que sólo las grandes compañías realizan de forma habitual evaluaciones de riesgos, concretamente, solo el 43% de las empresas de entre diez y veinte empleados frente al 71% de la grandes corporaciones, que cuentan además con recursos propios para llevar a cabo este tipo de estudios.

No hay una conciencia clara de la necesidad de hacer una evaluación, esto se deduce al comprobar que entre un 13% y 44% de las empresas encuestadas, según franja de nivel de ocupación, no creen necesario realizar evaluaciones. La encuesta muestra a su vez que al menos un 23% de las empresas pequeñas no llevan a cabo ningún estudio de riesgos psicosociales en sus instalaciones.

Los resultados del sondeo LUGARES DE TRABAJO SALUDABLES, vienen a demostrar que las empresas llevan a cabo sus evaluaciones no tanto por requerimiento legal, ni tan siquiera para evitar accidentes en el ámbito laboral, si no para dar una mejor imagen a sus clientes.
Aunque habrá que esperar hasta marzo para conocer las conclusiones del estudio, los primeros datos no son muy halagüeños, y eso que los accidentes o lesiones producidas en el trabajo cuestan a la Unión Europea unos 584.000 millones euros al año.

Texto: Silvia Glez Pérez

viernes, 13 de noviembre de 2009

EL TRABAJO PERJUDICA SERIAMENTE LA SALUD


El trabajo puede perjudicar seriamente la salud. Así lo perciben un número cada vez mayor de empleados en toda Europa. En el último año 167.000 personas han perdido la vida por dolencias relacionadas directa o indirectamente con su entorno laboral, así lo dice la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, (OHSAS).
Los últimos datos de la Oficina Europea de Estadística Eurostat, correspondientes al año 2007,dicen que el 8,6% de los trabajadores de la Unión Europea tuvieron algún tipo de enfermedad profesional, una estadística que favorece a España que cuenta tan sólo un 5,8% de los casos registrados.
Aumentan además las patologías relacionadas con el trabajo del empleado, es el caso de algunos tipos de cáncer o las enfermedades cardiovasculares.
Cifras que se unen al último estudio realizado por la Universidad de León, (ULE) en el que se afirma que al menos un 60% de los trabajadores sufre problemas de salud mental relacionados con el trabajo en España. Estas son las conclusiones del informe: La salud psíquica de los trabajadores: factores desencadenantes de su deterioro y estrategias para prevenir la enfermedad mental, según el cual hasta un 28% de la población en edad de trabajar sufre los efectos del estrés, la pandemia del siglo XXI.
Estrés , fatiga mental y física, tensión nerviosa, ansiedad o problemas de sueño, son algunos de los trastornos más frecuentes entre los trabajadores que se apuntan en el informe. Problemas a los que hay que añadir otros más comunes y tradicionales como los trastornos músculo esqueléticos, que no por conocidos dejan de ser muy difíciles de diagnosticar.
Por otra parte, cabe destacar la aparición de una nueva serie de enfermedades cuyo número de casos aumenta peligrosamente cada año, como son el burnout o síndrome de trabajador quemado, la gripe del yuppie o adicción al trabajo y la ergodependencia o dependencia patológica al estrés.

La situación del mercado ante la coyuntura económica actual o la imposibilidad de conciliar la vida profesional y la familiar, son algunas de las causas que apunta el director de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, Jukka Takala como detonantes de este malestar entre los trabajadores, no en vano según un estudio de la agencia, siete de cada diez españoles culpan a su trabajo de sus problemas de salud.
En la actualidad, según Takala en entrevista a la Agencia Efe, los asalariados están más preocupados por su continuidad laboral que por la forma de realizar su trabajo, un marco que puede propiciar que las empresas comiencen a destinar cada vez menos ingresos a la prevención de riesgos relacionados con el trabajo. Un sector que cada vez es mas valorado por los trabajadores.
Texto: Silvia Glez Pérez

viernes, 6 de noviembre de 2009

NUEVOS INCENTIVOS A LAS EMPRESAS PARA LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES



Potenciar la inversión de la empresa española en Prevención de Riesgos Laborales . Este es el objetivo que desde hace tiempo vienen desarrollando Administraciones locales y regionales, a las que ahora se suma el Ministerio de Trabajo. Para ello se trabaja ya en un nuevo sistema de incentivos a las empresas que contribuyan de forma eficaz en la reducción de la siniestrabilidad laboral.
Según fuentes de la Secretaría de Estado para la Seguridad Social, el Gobierno estudia la posibilidad de establecer una serie de medidas de reducción en la cotización por contingencias profesionales, una medida a la que podrían adherirse, en principio todas aquellas empresas que, lleven a cabo una serie de inversiones en Prevención de Riesgos Laborales más allá de lo que marca las reglamentación legal en la actualidad.

La inversión en seguridad de las instalaciones que comporten la eliminación de riesgos, la incorporación a la plantilla de recursos preventivos propios, la realización de auditorias internas, o la ausencia de sanciones derivadas de la comisión de infracciones son algunos de los requisitos que se perfilan a la hora de determinar que empresas podrían ser beneficiarias de este tipo de incentivos.
Un estímulo a la inversión que llega en un momento de crisis en el sector, con el ahorro del gasto en prevención por parte de las empresas, tras la segregación de las Sociedades de Prevención y la reducción a la mitad del porcentaje de la recaudación de la mutuas destinado a la prevención, una medida de la Administración Central que ha generado no poco malestar en dicho sector.
En la actualidad, según fuentes de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social, el presupuesto destinado a incentivar la inversión en políticas de prevención a las empresas es de 120 millones de euros. A estos recursos, se sumaría el nuevo sistema de incentivos, todavía en fase de borrador, un sistema de “bonus-malus” encaminado a propiciar una reducción de la siniestrabilidad laboral en la empresa española, así como una reducción contrastable en los accidentes de trabajo. Según la AMAT, Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo, por cada euro invertido en la prevención de riesgos al año, se ahorran dos euros en gasto a la Seguridad Social, un ahorro que a la empresa puede llegar a suponer hasta los quince euros.

Todavía en fase de estudio, según la Secretaría de Estado de la Seguridad Social el proyecto se encuentra en fase avanzada, tan sólo quedan algunos cabos por concretar tales como la financiación.
Texto: Silvia Glez Pérez