viernes, 21 de septiembre de 2012

El estrés laboral y la tensión emocional, tras las vacaciones, pueden ser factores de riesgos cardiovasculares.

El estrés laboral y la tensión emocional, tras las vacaciones, pueden ser factores de riesgos cardiovascularesLos factores estresantes de tipo psicológico como la ira, la ansiedad, trastornos emocionales, el estrés laboral, no sólo en tiempos de crisis como el actual, sino también dependiente de condiciones laborales con escasa motivación o alta exigencia, pueden actuar de forma aguda como factores precipitantes de eventos cardiovasculares. 

El estrés laboral y la tensión emocional, tras la relajación y la liberación de tensiones durante las vacaciones, pueden ser, para muchos, factores de riesgos cardiovasculares, según ha avisado la Fundación Española del Corazón (FEC).

Y es que, el estrés emocional durante un largo periodo, combinado con factores de riesgo cardiovascular tradicionales, tales como la hipertensión, la diabetes o la obesidad, puede aumentar las posibilidades de padecer accidentes cardiovasculares, especialmente coronarios.

"Los factores estresantes de tipo psicológico como la ira, la ansiedad, trastornos emocionales, el estrés laboral, no sólo en tiempos de crisis como el actual, sino también dependiente de condiciones laborales con escasa motivación o alta exigencia, pueden actuar de forma aguda como factores precipitantes de eventos cardiovasculares, especialmente en personas con factores de riesgo clásicos o con enfermedad cardiaca conocida", ha asegurado el tesorero de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Agustín Pastor.
Asimismo, según el estudio 'Job strain and risk of acute recurrent coronary heart disease events', publicado en 'JAMA', el riesgo de infarto puede multiplicarse por seis en las 24 horas siguientes a un trabajo con una alta exigencia de fechas límite o niveles elevados de tensión laboral. No obstante, los trabajos con baja capacidad de estímulo pueden aumentar también el riesgo de episodios coronarios.
Por estos motivos, la FEC ha recomendado, para evitar el estrés emocional y hacer que la vuelta al trabajo sea beneficiosa para el corazón, que se prioricen los aspectos positivos, exagerando los negativos, se mantenga el buen humor y, de esta forma, se eviten comportamientos o pensamientos negativos que puedan desencadenar en malas caras o tensiones.
"Es importante reforzar las conductas positivas de las personas de nuestro entorno, con aprobación, halagos, sonrisas o pequeños detalles, y corregir las conductas negativas de las personas que nos rodean, dándoles la información a tiempo y nuestra desaprobación, pero sin broncas, sin culpas, ni otros castigos", ha afirmado Pastor.
Asimismo, la FEC ha aconsejado también organizar y gestionar el tiempo, realizar actividades que ayuden a desconectar del trabajo y fomenten la vida social y familiar, dormir ocho horas diarias, practicar 30 minutos de ejercicio físico tres o cuatro veces por semana, seguir una alimentación saludable y equilibrada, y fomentar la relajación.
"Practicar la relajación con asiduidad en los momentos en los que nos encontramos peor, dedicándonos algún tiempo a nosotros mismos, puede ayudar a prevenir consecuencias negativas. El yoga, la meditación, el estudio de la respiración, la relajación muscular o las clases específicas de reducción del estrés proporcionadas por profesionales basadas en técnicas de 'mindfulness', son técnicas que ayudan a combatir el estrés y sus efectos negativos sobre el sistema cardiovascular", ha zanjado la experta.

Fuente: http://www.prevention-world.com/es/actualidad/noticias/estres-laboral-y-tension-emocional-vacaciones-pueden-ser-factores-riesgos-cardio.html

lunes, 3 de septiembre de 2012

EL ESTRÉS PSICOFÍSICO AUMENTA EL RIESGO DE PADECER ICTUS

Fuente: abc
El estrés psicofísico, junto con la ansiedad y la depresión son factores de riesgo de padecer un accidente cerebro vascular, según un trabajo de investigación realizado por un equipo de neurólogos del Hospital Clínico San Carlos y publicado en la revista «Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry».

Rafael Gutiérrez

El equipo de investigadores liderado por el doctor José Egido y el equipo de enfermería de la Unidad de Ictus del Servicio de Neurología del Clínico llegó a estas conclusiones tras evaluar a 150 pacientes adultos y con una edad media de 54 años, además de a otras 300 personas sanas y de la misma edad residentes en la misma zona.
El estrés crónico que se manifiesta con síntomas físicos o mentales en respuesta a factores de estrés que duran más de seis meses, se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades del corazón.
Sin embargo, su impacto en el riesgo de accidente cerebro vascular no estaba claro, por lo que el equipo de investigadores decidió estudiar este punto. Para ello evaluó el estrés crónico a través de las puntuaciones combinadas de cuatro escalas validadas: los acontecimientos vitales estresantes, síntomas como la ansiedad y la depresión, el bienestar general, y los patrones de comportamiento indicativos de personalidad.
Factores de riesgo y estilo de vida
Los participantes en este proyecto de investigación fueron evaluados respecto a los factores de riesgo biológicos conocidos para el accidente cerebro vascular, como son diabetes, hipertensión, colesterol alto, antecedentes de alteraciones del ritmo cardíaco y la somnolencia diurna.
Se les interrogó sobre su estilo de vida, incluyendo la cafeína, el alcohol y la ingesta de bebidas energéticas, así como si fumaban, tenían una pareja y trabajo. En comparación con el grupo control sano, el riesgo de un accidente cerebrovascular fue casi cuatro veces mayor entre los que habían experimentado un evento asociado a estrés importante en el año anterior.
Asimismo, una puntuación alta en la Escala de Recuerdo de Conductas duplica el riesgo de ictus, al igual que una historia actual o anterior de fumador y el consumo de dos o más bebidas energéticas al día. Además, aquellos pacientes con alteraciones del ritmo cardíaco tienen tres veces más probabilidades de padecer un accidente cerebrovascular y los que presentaron una somnolencia diurna alta casi triplicaron su riesgo. Siendo un varón, el riesgo es nueve veces mayor. º